NUESTRO ESPACIO

Corazón del proyecto, el patio introduce luz natural y la naturaleza al interior.

Junto al patio, la escalera que conduce al área de formación sigue el trazado curvo de las paredes. las butacas son Season de piero lissoni para Viccarbe.

La materialidad que ofrecen las paredes en mortero de arcilla de Ecoclay, los suelos de piedra de levantina y las carpinterías de madera crean una atmósfera cálida y acogedora.

La amplitud y luminosidad de las zonas de recepción y circulación ofrecen una experiencia muy confortable.

Las formas curvas y el arco de medio punto trasladan un mensaje de envolvente cercanía y belleza clásica. El banco es el modelo Common de naoto Fukasawa para Viccarbe. sobre el mostrador de recepción de madera, lámparas Romeo Babe de Flos.

Hypatia es una sala de doble altura en la que la zona de formación vuelca sobre el área de consultas. El escritorio es un diseño a medida de ERRE.

El proyecto otorga la misma importancia a las zonas de circulación y de tratamiento, cuidadas al detalle en cuanto a materialidad e iluminación.

ERRE Arquitectura

+ información

Constructor: AT4

Realización: 2021

Fotografías: David Zarzoso

Texto Revista: Diseño Interior  Nr 353

La intervención logra el objetivo de aunar la práctica médica y docente, y a la vez trasladar una filosofía de atención al paciente cercana y personal, en la que la belleza se entiende como expresión de salud.

Premio Oro de la ADCV 2022, ERRE Arquitectura firma la reforma de la nueva sede de la Clínica de dermatología Alejandría, en el centro de Valencia. Un espacio que, tal como quería su promotora, Laura Cubells, “fuera coherente con nuestra filosofía y nos permitiera desarrollar al máximo nuestra visión integral dermatológica y docente”. La búsqueda de un local que posibilitara aunar esa doble función médica y formativa no fue sencilla. Finalmente, la propiedad encontró un bajo de unos 350 m2 al que se unió una antigua fábrica de papel abandonada, amplia y con doble altura, conectados por un patio. “El espacio ofrecía muchas ventajas, pero también inconvenientes difíciles de resolver”, explican los arquitectos. “Uno de ellos era evitar que, en un local tan grande y profundo, tanto los trabajadores como los pacientes tuvieran la sensación de estar encerrados entre cuatro paredes, que no perdieran la conexión con el exterior, con la luminosidad y con la naturaleza”. Por ello, aprovecharon el patio original para convertirlo en el corazón del proyecto, en conexión con la zona principal de espera para pacientes. “Su geometría, luz y vegetación, junto a la materialidad del interior, acoge, envuelve y te acompaña en todo el recorrido”, explican. Tal como deseaba la propietaria, el principal objetivo era que el espacio transmitiera la filosofía de Alejandría, así como su forma de entender la práctica de la medicina de una manera cálida y cercana al paciente. “Hemos trabajado para diseñar un proyecto donde tanto los espacios comunes como los destina- dos a consulta de pacientes tuvieran el mismo grado de importancia, explican desde el estudio. Se han creado zonas de recepción y circulación con unas proporciones superiores a lo estrictamente necesario, lugares de estancia cómodos y saludables a través de una atmósfera especial y confortable”.

Las formas y superficies curvas, y el arco de medio punto como geometría emblemática pretenden crear un entorno donde ‘se respira silencio y se siente la belleza’. “El uso del mortero de arcilla para enlucir las paredes, en combinación con la madera de nogal de carpinterías y mobiliario conforma una materialidad sincera, cercana y táctil”, prosiguen los autores. Junto a ella, el cuidado en los detalles, la incorporación de la luz natural o la vegetación son algunos de los aspectos que han permitido conformar la nueva imagen de esta clínica en concordancia con su filosofía, en la que la belleza es la máxima expresión de salud, y donde la atención personal y de calidad se refleja hasta en la mesa de consultas, diseñada por ERRE, pensando tanto en el trabajador como en la cercanía con el paciente.

Como quería su propietaria, una de las características diferenciadoras de Alejandría es la vinculación que se produce continuamente entre medicina y docencia. Para ello, “la estrategia se basó en dividir y organizar el pro- grama en dos niveles. En el inferior se ubican la recepción y los boxes de consulta. El superior se destina a espacios de formación tanto del equipo de médicos de Alejandría como de otros profesionales interesados en adquirir o compartir conocimientos”. Esa continuidad de ambos niveles se materializa especialmente en Hypatia, un espacio a doble altura en el que la zona de docencia vuelca directamente sobre las consultas del nivel inferior.

En un sector como el de la dermatología, en el que los avances son incesantes, era importante que la clínica contara con la tecnología más avanzada, así como lograr la flexibilidad necesaria para poder adaptarse a los nue- vos retos médicos y profesionales. Por eso, se han inclui- do sistemas de ventilación que permiten una constante renovación de aire, adaptados a las exigencias sanitarias actuales. Además, se han utilizado vidrios que aportan intimidad y versatilidad, dependiendo de la situación.

En cuanto a la iluminación, se ha pretendido crear una imagen lo más aséptica, tranquila y coherente con el proyecto, buscando siempre luz indirecta y evitando elementos superfluos que generen ruido visual. ■ di

EL POR QUÉ DE ALEJANDRÍA

Tras años de asistencia médica al frente de Cubells Clínica Dermatológica , observé que atender a los pacientes con la máxima calidad posible, no solo era algo que llenaba mi alma, sino que además llenaba el hueco que arrastraba, en mayor o menor medida, cada uno de los pacientes que atendía.

La pasión que siento por la medicina, y mi carácter docente, impregnan cada uno de los actos médicos. La docencia es la mejor herramienta para llegar al paciente, para hacerle partícipe de su afección. El poder de la escucha y las palabras es inmenso. Cuánto bien hace sentirse comprendido, y entender lo que a uno le pasa, y cuántos miedos e incertidumbre siembran la falta de ello.

Entiendo la medicina como una vocación de servicio, de cercanía, de atención cuidada, de darse, sin guardarse nada. “El paciente ha confiado en ti de entrada, déjate la piel”

“No guardes nada”, ni hacia el paciente, ni hacia otros compañeros. El conocimiento no es de nadie, el conocimiento debemos transmitirlo, compartirlo, solo así crecerá; y ponerlo al servicio del enfermo, o del paciente que simplemente desea verse mejor, sin transformarse.

En este punto de mejorar sin transformar, concibo al dermatólogo como profesional clave para llevar a cabo los tratamiento estéticos que tanto bien pueden hacernos hoy en día. Somos el especialista de la piel, de la enferma y de la sana, y podemos sacarle el máximo partido a la belleza natural de cada persona.

Creo que hay en la sociedad una necesidad que todavía cuesta satisfacer en la medicina: la de ser atendidos con la máxima profesionalidad, y la máxima calidez humana al mismo tiempo. De ahí que surgiera este proyecto apasionante.

Quise reunir a mi alrededor a las mentes más brillantes, pero solo a aquellas a las que les acompañara de serie un corazón grande. Aquellas que disfrutaran de atender, de ponerse al servicio del otro, de reparar los daños que tuviera el enfermo; y de sacar, según arte, el máximo partido a la belleza de cada paciente.

Todo ello realizado de un modo serio, sistemático, muy disciplinado y metódico. En un centro donde se respire el conocimiento más avanzado, y donde palpite al unísono la ciencia y el arte.

Y, así, nace:

Alejandría centro médico y docente.

Laura Cubells

«Había en la biblioteca una comunidad de eruditos que exploraban la física, la literatura, la medicina, la astronomía, la geografía, la filosofía, las matemáticas, la biología y la ingeniería. La ciencia y la erudición habían llegado a su edad adulta. El genio florecía en aquellas salas.» Sobre la Biblioteca de Alejandría, en Cosmos, por Carl Sagan.