¿Por qué los masajes linfáticos son esenciales después de una cirugía? 

Cuando se busca información sobre la recuperación postoperatoria, es común encontrar que los masajes se están integrando cada vez más en este proceso. Las cirugías estéticas requieren cuidados especiales después de la intervención para asegurar resultados óptimos, y el masaje juega un papel crucial al favorecer el flujo sanguíneo y la oxigenación de la zona tratada, lo que acelera la curación.   

¿Qué beneficios tienen los masajes linfáticos postquirúrgicos?

Los masajes son muy beneficiosos tras una cirugía, ya que ayudan a:

• Reducir la hinchazón: La inflamación es una respuesta natural del cuerpo a cualquier tipo de trauma, incluida la cirugía. Aunque es normal, un exceso de hinchazón puede aumentar el dolor y retrasar la cicatrización. Técnicas como el drenaje linfático manual (DLM) son especialmente efectivas para minimizar esta inflamación al eliminar desechos celulares de los tejidos.

• Mejorar la circulación: La fricción durante el masaje estimula la circulación, lo que no solo ayuda a reducir la hinchazón, sino que también acelera la reparación de los tejidos mediante un mayor suministro de sangre y oxígeno.

• Disminuir el tejido cicatricial: Aunque no se puede evitar por completo la formación de cicatrices, los masajes pueden mejorar la flexibilidad de la piel y reducir la adherencia de las cicatrices.

• Acelerar la curación: Un mejor flujo sanguíneo y la entrega de nutrientes a las áreas afectadas facilitan una recuperación más rápida. Además, el masaje ayuda a disminuir el estrés, otro factor que influye en la cicatrización.

• Fortalecer el sistema inmunológico: Una buena circulación y el drenaje de líquidos excesivos también benefician la salud del sistema inmunitario, reduciendo el riesgo de infecciones.

• Aliviar el dolor: Los masajes estimulan la liberación de endorfinas, que son sustancias químicas que proporcionan bienestar y ayudan a mitigar el dolor.

• Reducir el estrés y la ansiedad: La tensión muscular generada por la ansiedad puede afectar el flujo sanguíneo y aumentar el dolor. Los masajes promueven la liberación de hormonas como la dopamina y la serotonina, que favorecen una sensación de bienestar.

• Mantener la movilidad: El movimiento es clave en la recuperación, y el masaje ayuda a conservar la flexibilidad y la movilidad del cuerpo.